Compromiso y calidez
para tu bienestar.
Mi elección por la psicología siempre ha sido vocacional. Desde que terminé la carrera, he recorrido distintos ámbitos —social, educativo y sanitario— que me han permitido comprender la complejidad del ser humano desde múltiples perspectivas. Estas experiencias me guiaron hacia lo que hoy es mi verdadera pasión: la psicoterapia.
Trabajo desde un enfoque humanista, atendiendo al desarrollo integral de la persona: emocional, cognitivo y corporal. Creo profundamente en la importancia de la alianza terapéutica como base del proceso, y por eso mi prioridad es crear un vínculo seguro y de confianza, donde quien acude pueda sentirse cuidado, respetado y acompañado. Acompaño a cada persona desde la escucha activa, la observación y una presencia terapéutica calmada. Me adapto a su ritmo y a sus necesidades, construyendo conjuntamente una narrativa que le ayude a comprender su historia.
Estoy especializada en psicoterapia infanto-juvenil, porque creo firmemente en la necesidad de cuidar la salud emocional desde los primeros años. Los/as niños/as muchas veces no tienen las herramientas para expresar su malestar, y eso puede traducirse en sufrimiento. Me considero una persona cercana y respetuosa en el vínculo, especialmente con los/as niños/as, ya que creo que la calidez y la seguridad emocional son fundamentales para que puedan expresarse y sentirse comprendidos.
También acompaño procesos individuales con adolescentes y adultos, siempre con una mirada personalizada y sensible a la historia única de cada persona. Lo más importante para mí es que quien llega a terapia pueda sentir que ese espacio es un lugar seguro desde el que mirar hacia dentro, comprenderse y abrir camino hacia una vida con mayor bienestar.
Si estás atravesando un momento de dificultad, o simplemente sientes que algo en ti necesita ser atendido, será un placer acompañarte en ese proceso.
Un trayecto que
me trajo hasta aquí.